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Preparándose para lo peor: El profesorado y personal escolar de Riverhead recibe un entrenamiento en caso de un tirador activo por la oficina del sheriff

Los estudiantes participan en un simulacro de tirador activo dirigido por los cuerpos policiales y los servicios de emergencia en noviembre de 2014 en la Escuela Primaria Riley Avenue. Foto de archivo: Denise Civiletti

Cuando hay un tirador activo (una persona disparando) en una escuela, normalmente transcurre un intervalo de tres minutos entre el momento en que suenan los disparos y cuando llega la policía. Cómo reaccionen los docentes y el personal escolar ante el sonido de esas primeras rondas de disparos significará la diferencia entre la vida y la muerte, posiblemente para docenas de personas.

Ese fue el mensaje de un investigador del Departamento del Sheriff del condado de Suffolk, presentado hoy a los maestros y el resto del personal escolar de Riverhead reunidos hoy en el auditorio de la escuela secundaria para una sesión de entrenamiento con un tirador activo.

Es crucial estar preparado con anticipación durante esos tres primeros minutos, entrenarse para responder al sonido de los disparos, tener un plan sobre lo que hacer, explicó el investigador William Weick a la silenciosa audiencia en el oscuro auditorio.

“Eres dueño de esos tres minutos,” les dijo Weick. La rapidez con la que se notifica a la policía y la rapidez con que se toman medidas decisivas para limitar el número de objetivos expuestos determinarán el resultado de la situación, comentó.

“Hay tres etapas de respuesta humana en [momento] de crisis,” dijo Weick.

Primero llega la negación: las personas niegan la realidad de lo que está sucediendo. Por ejemplo, creen que los disparos son otra cosa diferente a los disparos. Petardos, tal vez, o una pistola de fogueo de juguete. Se congelan y no reaccionan en absoluto, desperdiciando preciosos segundo que podrían utilizarse para defenderse a uno mismo y a los demás. Reconocer de inmediato que hay una crisis, una emergencia, es de suma importancia, señaló el investigador.

La segunda etapa es la deliberación: examinar las opciones y decidir qué hacer.

La tercera es cuando llega el momento decisivo: tomar medidas.

Sin entrenamiento avanzado, es natural entrar en pánico en medio de una crisis que amenaza la vida.

“Es por eso que tenemos campamentos de entrenamientos y la academia de policía, para entrar a las personas a cómo mantener la calma,” dijo Weick. “Enseñan a la gente a cómo funcionar en un entorno de alto estrés. Nosotros lo llamamos inoculación del estrés. “Respirar profundamente, tomar respiraciones lentas y mesuradas ayuda a mantener el ritmo cardíaco controlado —Weick lo llama “respiración táctica”— que a la vez ayuda a retener las habilidades motoras finas y a conservar la capacidad de pensar con claridad.

“Cambie sus emociones,” comentó. Pase del pánico al enfado. El atacante quiere lastimarte o matarte a ti y a los niños que necesitas proteger.

Weick enfatizó la importancia de pensar las cosas con anticipación, antes de que la emergencia ocurra. Conozca sus opciones, prepárese anticipadamente, dijo.

“Conozca el tipo de puerta que tiene. ¿Es sólida y robusta? ¿Tiene una ventana por la que se puede disparar? ¿Se cierra desde dentro? ¿Tiene barricadas adecuadas para evitar la entrada del tirador? ¿Cuáles son los puntos de salida alternativos disponibles en su aula de clase y en el edificio?”

Tenga un guión a seguir. Practique. Evalúe lo que practica.

Cuando esté preparado, es más probable que mantenga la calma, comentó. Cuando está en calma, es más probable que actúe de forma decisiva de acuerdo a sus preparaciones y con más posibilidades de sobrevivir a un tirador activo.

Las acciones de salvar vida incluyen evitar que el atacante ingrese en su clase: tan pronto como se escuchen los disparos, cierre y/o bloquee la puerta con una barricada, cierre las persianas, resguárdese. Actúe de acuerdo con los planes que realizó y consideró con anticipación.

Si el atacante entra en el aula, defienda, dijo Weick. “Luche, luche, luche.” Coja el arma, use el extintor o el asta de la bandera para luchar.

“Recuerde que no está indefenso. Lo que haga tiene importancia. Tiene opciones,” dijo.

La presentación en Power Point del investigador incluyó varias grabaciones de audio y vídeo escalofriantes. Todos en la sala se tensaron al escuchar la voz de un profesor de la Escuela Secundaria de Columbine, el 20 de abril de 1999, hablando con el operario de la policía que había respondido la llamada del 911. La profesora, casi histérica, había estado vigilando los pasillos cuando se lanzaron los primeros disparos. Ella explicó que pensaba que era una pistola de fogueo de juguete. Luego creyó que eran estudiantes haciendo un vídeo. Más adelante entendió que era real. Corrió hacía la biblioteca y cerró la puerta. Se la oye gritar a los estudiantes que se tiren al suelo y se metan debajo de las mesas. Los disparos se acercan y ella se asusta cada vez más.

Los profesores y el personal escolar sentados en el auditorio de la Escuela Secundaria de Riverhead, casi 20 años después de ese fatídico día en Columbine, Colorado, se taparon la boca con sus manos mientras escuchaban a la profesora, luchando por vencer su propio terror, narrando la angustiosa experiencia al operario del 911.

Weick también reprodujo el vídeo del teléfono celular realizado por el tirador de la Escuela Secundaria de Stoneman Douglas en Parkland, Florida, el día en que cometió la masacre. Habla sobre lo que hará con su AR15. Su objetivo era matar a 20 personas.

“Va a ser un gran evento,” dice. “Cuando me vean en las noticias sabrán quién soy.”

Weick mencionó al grupo que cada persona presente en la sala, probablemente, podría pensar en un estudiante al que consideran capaz de hacer algo así.

“No hay un perfil,” dijo Weick. “Muchos transmiten sus intenciones de diferentes maneras. Les digo a ustedes: involúcrense si ven que hay algún tipo de señal de alarma.”

El sheriff del condado de Suffolk, Earl Toulan, creó e implementó el programa de entrenamiento. Riverhead es el cuarto distrito que ha realizado la capacitación, a la que siguió una evaluación de riesgos dirigida por la oficina del sheriff.

“Sheriff Toulan dirigía un programa como este en la ciudad de Nueva York cuando era comisionado adjunto de correccional,” comentó la portavoz de la oficina del sheriff de Suffolk, Kristin McKay. “Quería traerlo a Suffolk.”
Otros cuatro distritos están programados para llevar a cabo el entrenamiento este verano, dijo.

Toulan presentó el programa hoy en Riverhead. Al concluir, el capitán John Rung, les dijo a los miembros de la audiencia que compartieran lo que habían aprendido con sus cónyuges e hijos. Enséñeles a estar preparados. Para saber dónde están las salidas en cines, restaurantes y centros comerciales. Los tiroteos en las escuelas representan solo el 25 por ciento de los tiroteos masivos, dijo. Los mismos principios y técnicas se pueden usar en cualquier entorno.

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Denise Civiletti
Denise es una reportera veterana y editora local, una abogada y ex concejala de Riverhead Town. Su trabajo ha sido reconocido con numerosos premios, incluyendo un premio "escritor del año" de la Asociación de Prensa de Nueva York en 2015. Es fundadora, propietaria y coeditora de este sitio web. Correo electrónico Denise.