Este goloso postre es un tradicional pastel que no puede faltar en las celebraciones latinoamericanas. Es particularmente popular en México, Nicaragua, Venezuela, Panamá, Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica, Puerto Rico, República Dominicana, El Salvador y Honduras, pero otros países de América Central y el Caribe también tienen sus propias versiones. Existen otras variantes de este pastel en otros lugares del mundo, como Turquía, Albania, hasta China, que al adaptarse a las costumbres y gustos de estos países cambia su preparación e ingredientes originales, por lo que ya no se le califica con el mismo nombre.
Hoy en día se sigue debatiendo sobre el verdadero origen de este sencillo bizcocho “emborrachado” de una combinación de tres leches – de ahí su nombre – y coronado con una capa de nata o crema. Algunos historiadores afirman que su creación fue el resultado de una campaña publicitaria que lanzó una compañía de leche enlatada en Latinoamérica para incentivar las ventas – algunos llegan incluso a especificar la marca, Nestlé, como la responsable –, y gracias a la comercialización de estos productos en los países latinoamericanos, la receta se extendió por el continente. A finales de la década de 1940, la lata de leche condensada La Lechera incluía un etiquetado donde figuraba la receta de este dulce postre.
A pesar de su intenso sabor, el pastel de tres leches gusta tanto a niños como adultos, es por esta razón que es una opción muy habitual que se ofrece en celebraciones como cumpleaños, bodas, bautizos, graduaciones, entre otros.
Deleitarás a tus invitados en tu próxima celebración con este delicioso y esponjoso pastel de tres leches.
*INGREDIENTES*
5 yemas de huevos grandes
5 claras de huevo
1 taza de azúcar
¼ cucharadita de sal
1 taza de harina tamizada
1 ½ cucharadita de polvo de hornear (baking powder)
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 lata de leche condensada
1 lata de leche evaporada
⅓ taza de leche entera
2 tazas de crema para batir (heavy whipping cream)
3 cucharadas de azúcar glass
½ cucharadita de esencia de vainilla
cerezas confitadas o frutas en almíbar o fresca para decorar
canela en polvo para decorar (opcional)
*PREPARACIÓN*
1. Precalienta el horno a 350ºF/175ºC. Prepara un molde para hornear (unta con mantequilla y harina) y reserva.
2. En un recipiente mediano, combina la harina tamizada, el polvo de hornear y la sal.
3. Agrega ¾ de azúcar a las yemas de huevo en un bol grande y con una batidora a máxima potencia, bate hasta que la mezcla cambie a un color amarillo pálido. Añade ⅓ de taza de leche y la vainilla, y mezcla. Introduce la harina poco a poco mientras mezclas manualmente hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
4. Con la batidora eléctrica, bate las claras de huevo a máxima potencia. Seguidamente, añade gradualmente el resto de azúcar (¼ taza) y sigue batiendo a punto de nieve (hasta formar picos firmes). Agrega las claras batidas con la otra mezcla suavemente y con movimientos envolventes.
5. Vierte la mezcla en el molde (reparte uniformemente para obtener un mejor resultado). Hornea durante 25 a 35 minutos (puedes realizar la prueba del palillo). Saca del horno y deja enfriar dentro del molde.
Una vez que el bizcocho esté frío, haz pequeños agujeros por toda la superficie con un tenedor o un palillo.
6.Combina la tres leches (leche evaporada, leche condensada y leche entera). Vierte sobre el bizcocho la mezcla de leches, comprobando que todos los lado estén bien cubiertos.
7. Deja enfriar el pastel en la nevera durante una hora o toda la noche. Mientras, bate la crema con el azúcar y la vainilla, hasta formar picos firmes. Esparce la nata sobre el pastel y decora con las cerezas o algunos trozos de fruta confitada.
¡Buen Provecho!