Comenzó de la misma manera que muchas de sus otras citas: una serie de correos electrónicos, una descripción detallada de la casa y una fecha fijada para que echase un vistazo a la propiedad que el cliente quería poner en venta.
Sin embargo, cuando llegó al pequeño rancho blanco en Riverside Drive, Janice * sintió que algo no iba bien. La puerta de la entrada estaba entreabierta y, a través de la rejilla, pudo ver que la casa estaba oscura y sucia.
Janice llamó a la puerta. Hubo movimiento desde el sofá. Escuchó la voz de un hombre que gritaba: “Oh, lo siento, olvidé nuestra cita.” A través de la rejilla metálica de la puerta, lo vio levantarse, rodear el sofá y acercarse a la puerta desnudo de cintura para abajo.
Ella rápidamente se dio la vuelta y le dijo que se vistiera.
“Pensé que tal vez se había quedado dormido en el sofá, que trabajaba por las noches o algo así,” recuerda más tarde Janice en una entrevista. “La gente a veces se olvida y al entrar nos encontramos con situaciones embarazosas”.
Aún de pie al lado de la puerta, el hombre le dijo que “no se preocupara,” recuerda Janice, y que su novia “dice que no hay mucho que mirar.”
Janice le insistió una vez más que se pusiera algo de ropa. Él se disculpó y la invitó a entrar mientras fue a vestirse. Él se marchó a otra habitación, mientras que ella permaneció en la entrada, contemplando lo sucia que se encontraba la sala de estar.
En dos ocasiones el hombre volvió a aparecer, aun sin llevar pantalones. La tercera vez, salió llevando puesto sólo su ropa interior, pero había sacado sus genitales por la parte delantera por lo que estaban visibles. Y ésta vez, sostenía una cámara fotográfica.
“Dijo que quería grabarme en vídeo,” recuerda Janice.
En ese punto, Janice ya había tenido suficiente. “Hemos terminado aquí,” le dijo ella, retrocediendo, y seguidamente huyó a su automóvil. Él no intentó seguirla.
Esa misma tarde, ella acudió a la policía de Riverhead para reportar el incidente. Aunque tomaron su declaración, ella dijo que le informaron que ellos no podían hacer nada al respecto. “No es ilegal estar desnudo en tu propia casa,” ella recuerda al oficial diciendo.
Era miércoles, 25 de octubre. Dos días más tarde, otra agente inmobiliaria (lo que en inglés se llama real estate) informaría a la policía que él le hizo lo mismo a ella.
‘Algo en contra de las mujeres’
Christopher Borsella, de 38 años, vive en una casa propiedad de sus padres en el 45 de Riverside Drive. Él no figura en el registro de delincuentes sexuales, y no tiene ningún historial de arrestos en la ciudad de Riverhead.
Elocuente y educado, los correos electrónicos de Borsella a los agentes inmobiliarios locales no dan indicios de ser nada más que un cliente normal.
“Debimos haber intercambiado como 20 correos electrónicos. Él describió la casa con gran detalle,” dijo Rachel *, una agente inmobiliaria de Southold, quien dijo haber tenido un encuentro similar con Borsella el viernes pasado.
Pero detrás de ésta fachada, Borsella alberga una visión del mundo profundamente racista y misógina. Lleva una doble vida en internet, donde usa varios seudónimos, entre ellos Caius Marcus Ideus y Cristogianni Borsella.
Muchas de las ideas más oscuras de Borsella se pueden encontrar en su libro autopublicado, que aboga por la formación de una “nueva sociedad” en la que los blancos sean “elevados a la divinidad” y en donde las mujeres no tengan acceso a la educación superior. En una de sus entrevistas de radio describe el feminismo como una “aberración derivada de los judíos de las normas naturales de género.”
Apasionado antisemita, también habla en entrevistas sobre “destruir a los judíos del mundo,” lamenta la difamación de los historiadores sobre “el propio héroe, Hitler” y cree que los blancos deberían permitir que la “cuestión judía sea respondida definitivamente”, una referencia a el Holocausto y la Solución Final de Adolf Hitler.
Fragmentos de su presencia virtual como racista también han surgido en sus encuentros con la policía de Riverhead. En 2012, la policía encontró a Borsella conduciendo borracho y despotricando sobre los niños de color que jugaban en la calle, llamándolos “animales.”
En ese momento, él le dijo a un oficial que estaba en proceso de unirse al KKK (Ku Kux Klan), según el teniente de la policía de Riverhead, David Lessard.
Más recientemente, la policía de Riverhead fue a casa de Borsella el viernes para hacerle frente, a raíz del segundo informe policial donde se reportaba que él había invitado a otra agente inmobiliaria a su casa y se había desnudado delante de ella. Un vecino, quien al igual que las dos agentes inmobiliarias sólo ha accedido a declarar en condición de anonimato por seguridad, pudo escuchar el encuentro que siguió.
“Él estaba gritando a todo pulmón, ‘soy un hombre blanco, y debes tratarme como un hombre blanco, ves más bien a perseguir a los p**** n***** en Greens,” recuerda el vecino.
Para Rachel, descubrir la imagen pública de supremacía blanca y antifeminista de Borsella, sugiere por qué alguien podría querer aterrorizar a las mujeres de ésta manera.
“Probablemente tenga algo en contra de las mujeres, especialmente las mujeres exitosas”, dijo Rachel. “Enfocándose en agentes inmobiliarias, apunta a mujeres que son independientes y exitosas.”
‘Somos presa fácil’
Casi una semana después del primer incidente reportado en relación a Borsella y una agente inmobiliaria, la policía de Riverhead no ha presentado ningún cargo contra el hombre.
Lessard dice que eso se debe a que el departamento todavía está investigando si algún cargo sería aplicable en alguno de los incidentes.
De acuerdo con la Ley del Estado de Nueva York el delito de exposición indecente, o exhibicionismo, requiere que el sujeto esté en un lugar público cuando se expone sexualmente. Y los cargos de acoso pueden ser difíciles de llevar a cabo ya que Borsella en realidad no estableció contacto sexual con ninguna de las dos mujeres.
“Tiene que haber intención de seguir adelante,” dijo Lessard. “Él no la persiguió. Y si está en su propia casa, se le permite hacer eso en su propia casa.”
Para Rachel, sin embargo, esa respuesta no es suficiente.
“¿Cuántas veces tiene que suceder esto antes de que alguien salga lastimado?,” dijo ella. “Sigo dándole vueltas a mi cabeza, ¿y si él me hubiera violado? ¿Qué pasaría si un agente entra [en su casa] y él la agarra y la ata?”
Ella expresó su frustración porque no había oído sobre el incidente del miércoles cuando fijó la cita con Borsella ese viernes. “Ninguna de nosotras sabía nada al respecto,” señaló. “Algo realmente malo podría haber sucedido. Estaba en una posición muy vulnerable.”
Después del encuentro de Rachel con Borsella el viernes, ella contactó el MLS Long Island, una organización regional para agentes inmobiliarios, y los alertó sobre lo que había sucedido. El lunes, la organización envió un comunicado a todos los agentes advirtiéndoles de no concertar ninguna cita en la dirección: 45 Riverside Drive.
“He estado hablando con otros agentes sobre políticas de puertas abiertas,” dijo Rachel. “Éste mismo hombre también contactó otra agente, preguntando cuando podría ver la casa. Ella le dijo cuando se realizaban las sesiones de puertas abiertas, y él nunca apareció por allí. Pero, ¿Y si lo hubiera hecho?”
“Somos presa fácil allí,” comentó Rachel. “Alguien tiene que poder defendernos.”
Borsella no ha respondido a las repetidas solicitudes de comentario para éste artículo.
*Los nombres de las agentes inmobiliarias se han modificado para protejer sus identidades.