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El silencio es complicidad: debemos tomar una postura y hablar en contra del racismo

Photo: Anthony Crider/Flickr CC BY 2.0

“Heather Heyer: La mujer asesinada en el incidente de Rabia de Carretera era una mujer gorda, vaga y sin hijos de 32 años.”

Así declaraba el titular del Daily Stormer el 13 de agosto de 2017 — una publicación online de la extrema derecha neo-Nazi que ayudó a organizar la manifestación “Unite the Right” (Unir a la Derecha) en Charlottesville, Virginia, donde Heyer fue asesinada y otras doce personas resultaron heridas cuando un vehículo Dodge Challenger, conducido por un joven de 20 años de Kentucky, arremetió contra una multitud de contramanifestantes después de que el mitin de supremacía blanca finalizara.

El editor del Daily Stormer niega que Heyer muriera a causa de las acciones del conductor del vehículo, alegando que en su lugar ella murió de un ataque cardíaco devenido por su obesidad.

Andrew Anglin, originario de Ohio de 34 años de edad, puso en marcha el Daily Stormer el 4 de julio de 2013. Asimilando el nombre del periódico sensacionalista del partido Nazi “Der Stürmer,” la edición digital, conocida por negar que el Holocausto existiera, tiene una sección a la que llama “Jewish Problem” (el problema judío), que defiende el genocidio judío, y se refiere a las personas de color de manera rutinaria con la palabra N (en inglés, es una manera ofensiva de llamar a las personas de raza negra.)

La filosofía de Anglin en sus propias palabras: “El objetivo es limpiar étnicamente a las naciones blancas de [las personas] no blancas y a establecer un gobierno autoritario. Muchas personas también piensan que los judíos deberían se exterminados.”

Su página web es una de las muchas que enardecen a los supremacistas blancos de los Estados Unidos hoy en día.

Y están entre nosotros.

Por supuesto, ha habido mucho racismo latente — y no tan latente — en esta zona durante mucho tiempo. Pero los fanáticos ahora están más envalentonados de lo que han estado en décadas. Están alentados por el ascenso de la extrema derecha y por el ascenso al poder de un presidente cuyo círculo íntimo incluye a Steve Bannon, fundador de la página web de la derecha alternativa Breitbart News, Sebastian Gorka, partidario de la derecha extrema neo-fascista Guardia Húngara, y el virulento (e irónicamente) anti-inmigrante Stephen Miller. Se ven incentivados por personalidades de la televisión como Laura Ingraham, presentadora de Fox News, que vocaliza su lamento de que “los Estados Unidos que conocemos y amamos ya no existe” debido a “los cambios demográficos masivos… impuestos al pueblo estadounidense.”

Así que hoy en día, los fanáticos envalentonados lo sueltan todo, ya sea en comentarios ofensivos en Facebook dirigidos a cualquier persona con nombre latino o enfrentarse a alguien en la línea del supermercado exigiendo que “hablen inglés” o diciéndoles que “regresen por donde vinieron.” (Esto les ha sucedido a personas que conozco en Riverhead).

Una de las fundas de plástico que contenían los carteles distribuidos en un vecindario de Calverton el 3 de agosto.
Foto: Denise Civiletti

Recientemente, los fanáticos envalentonados han distribuido carteles y folletos en nuestras comunidades declarando “White Lives Matter” (las Vidas de los Blancos Son las que Importan) e instando a los residentes a que “tomen una postura” ya que “ser blanco aún es correcto.”

Un residente curioso escribió a la dirección de correo electrónico que figuraba en el cartel — [email protected], un identificador que incluye símbolos numéricos de supremacía blanca conocidos, el 14 y el 88. (El catorce es la abreviatura del lema “14 palabras” usado por los supremacistas blancos y el 88 sustituye a las letra HH, “Heil Hiltler”).

Finalmente obtuvo la siguiente respuesta de [email protected]:

“Gracias por el apoyo, somos un movimiento que está difundiendo conciencia sobre el genocidio de blancos y de cómo las personas blancas están perdiendo sus derechos civiles, echa un vistazo al canal de YouTube whitelivesmatterchannel.

El vídeo principal de su canal “White Lives Matter” de hoy, es un homenaje a la manifestación “Unite the Right” del 12 de agosto de 2017, que muestra a hombres blancos con banderas confederadas y nazis, muchos vestidos con prendas antidisturbios, enfrentándose a los que manifestaban en contra.

El último fotograma de ese vídeo es la foto ganadora del Premio Pulitzer — usada en violación de los derechos de autor — tomada por el fotoperiodista Ryan Kelly mientras el Dodge Challengr arremetía contra la multitud. En el caos de ese momento, para siempre congelado en el tiempo por esa fotografía desgarradora, cuerpos, zapatos y fragmentos de vidrio volaban por los aires. En algún lugar de ese caos, Heather Heyer, de 32 años, una asistente legal en la división de bancarrota de un bufete de abogados en Virginia — una joven que quienes la conocían la describen como agradable, compasiva, divertida y amorosa — dio su último suspiro.

El fotoperiodista que tomó esa fotografía — en su último día de trabajo en un periódico que acababa de despedir a varios de sus miembros de redacción debido a recortes presupuestarios — le dijo al Washington Post esta semana que aún considera que esa foto es difícil de contemplar. Para mí también. Y también lo haría cualquier ser humano con una pizca de compasión en su corazón, ¿verdad?

Sin embargo, la imagen es una fuente de orgullo perverso para el grupo “White Lives Matter,” que finaliza su idealizado vídeo sobre ese horrible día en Charlottesville con una imagen robada, acompañada de este mensaje escalofriante:

“PERMANECEMOS UNIDOS. DIVIDIOS ELLOS CAEN. ÚNETE A LA DERECHA. ESPERARNOS ESTAR EN TODAS PARTES. #WHITELIVESMATTER”

Y estos grupos racistas están por todas las partes. Como lo demuestran los carteles depositados en las entradas de las viviendas del vecindario de Calverton la semana pasada y en Center Moriches el mes pasado, están aquí.

Depende de todos nosotros el “tomar una postura” — una postura contra el odio, contra el racismo, una postura contra la violencia. Depende de nosotros — tú y yo — detener la creciente ola de supremacistas blancos y movimientos nacionalista de nuestro entorno.

El silencio es complicidad. Hable claro. No permita que el discurso de odio quede sin ser rebatido.

También debemos exigir que nuestros funcionarios electos en todos los niveles de gobierno adopten una posición en contra de los grupos de supremacía blanca como estos. Su silencio también es complicidad, y lo que es peor, en propiciador. Ninguno de los funcionarios electos se involucró para condenar el mensaje de los carteles de Calverton la semana pasada. Como contribuyentes y votantes, debemos enviar un mensaje claro de que no respetaremos el silencio de nuestros funcionarios electos frente al racismo y el resurgimiento de los grupos de supremacía blanca en nuestras comunidades. Los líderes tienen la obligación de liderar.

Puede pensar que estos grupos son solo una minoría marginal. Te invito a que reconsideres. Los nazis, a quienes tanto admiran y en quienes se modelan, también fueron alguna vez una minoría marginal en Alemania. Ignorarlos no hará que se vayan. El silencio es complicidad. Hable claro.

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Denise Civiletti
Denise es una reportera veterana y editora local, una abogada y ex concejala de Riverhead Town. Su trabajo ha sido reconocido con numerosos premios, incluyendo un premio "escritor del año" de la Asociación de Prensa de Nueva York en 2015. Es fundadora, propietaria y coeditora de este sitio web. Correo electrónico Denise.