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PBMC inaugurará el 16 de octubre, un nuevo laboratorio de cateterismo cardíaco y lleva a cabo una simulación de un procedimiento de estents

Dr. Stanley Katz, director de cardología de intervención de PBMC y la técnica cardiovascular Christine Brooks, durante la simulación llevada a cabo el 9 de octubre en el nuevo laboratorio de cateterización cardiaca del hospital. Foto: Denise Civiletti.

El Centro Médico de Peconic Bay (PBMC) abrirá en una semana su propio laboratorio provisional de cateterismos cardíacos, introduciendo por primera vez en Riverhead y el North Fork técnicas cardíacas que podrían salvar vidas en caso de emergencia.

El hospital ofreció a miembros de la prensa una visita guiada por su nueva instalación durante la mañana, que incluyó una demostración de un proceso de cateterización por el Dr. Stanley Katz, pionero en cardiología de intervención, quien fue encargado por Northwell Health de establecer un programa avanzado de cardiología en el hospital de Riverhead. La demostración se enfocó en una simulación con el Centro de Aprendizaje e Innovación de Northwell Health, que contó con un maniquí muy realista y audio interactivo.

Situación hipotética: “Michael”, un residente del condado de Nassau de 48 años de edad, quien había venido de visita al North Fork para recoger calabazas con su familia. Se vio afectado en un campo de calabazas y los servicios de emergencía, quienes realizaron un electrocardiograma en el lugar de los hechos, determinaron que estaba teniendo un ataque al corazón debido a una obstrucción e inmediatamente notificaron al Centro Médico Peconic Bay de la situación. El hospital llamó a un equipo de intervención cardíaca: el Dr. Katz, la técnico cardiovascular Christine Brooks y los enfermeros residentes Mary Danowski y Gerard Halfpenny. El equipo esperó por el paciente en la sala de emergencias y rápidamente lo llevaron al laboratorio de cateterización para el procedimiento.

Katz insertó el tubo flexible de goma en la artería del paciente a través de una incisión en su ingle. El catéter fue usado para inyectar un tinte que permitiría dejar ver cualquier obstrucción en las imágenes creadas por una maquina de radiografías. Además, fue usado para insertar un estent, para mantener abierta la arteria bloqueada.

En la simulación “Michael”, que está conversando con el médico, quejándose de dolor en el pecho y hablando de lo nervioso que se encuentra; experimenta una fibrilación ventricular, una alteración del ritmo usual cardiaco que requiere un tratamiento inmediato con un desfibrilador.

“Esto tiene que ocurrir en menos de 20 o 30 segundos,” explicó Katz posteriormente. “Eso significa que, primero debes reconocerlo y entonces debes ir a por desfibrilador y usarlo.”

El laboratorio de cateterización está equipado con dos desfibriladores al alcance. Halfpenny rápidamente tiró uno hacia la mesa de operaciones y lo posicionó en el pecho del paciente, administrando una dosis de carga eléctrica al corazón.

Gerard Halfpenny, enfermero residente, hace uso del defribilador durante la simulación que tuvo lugar el 9 de octubre en el PBMC. Foto: Denise Civiletti.

“Michael,” quien estuvo brevemente inconsciente, recuperó la consciencia, gimiendo, y preguntó que había ocurrido.

“¿Me desmayé?” preguntó la maquina de simulación.

“Sí, pero todo está bien,” Katz le respondió asegurándole. Él finalizó su trabajo, despejando la obstrucción e insertando el estent.

“Ya hemos terminado. Todo ha salido bien.”

Katz ha estado a la vanguardia de la cardiología de intervención por más de tres décadas, estuvo entre los primeros del país en realizar una angioplastia en pacientes que padecían ataques cardiacos a principios de los años 80 y comenzó a utilizar estents para abrir arterias coronarias mucho antes que fueran aprobadas por la FDA en 1994. Fue además, director del programa de cardiología de Northwell Health y profesor de cardiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Hofstra, antes de mudarse al East End para establecer el programa de cardiología de intervención en Peconic Bay.

El nuevo laboratorio de cateterización estará abierto para tratar a pacientes el lunes 16 de octubre.

Después de finalizar la simulación, Katz se sentó frente al panel de control en la sala contigua, donde el laboratorio es visible a través de un ventanal de cristal. Reprodujo unas imágenes en vídeo de un procedimiento real de cateterización, realizado a un paciente suyo del North Fork quien estaba previsto someterse al tratamiento la próxima semana; pero había presentado síntomas y se requirió un intervención antes de la fecha prevista. Katz mostró a la audiencia de periodistas, fotografos y camarógrafos cómo había conseguido desbloquear la arteria principal del hombre que hasta entonces había estado tapada en casi un 99 por ciento. El paciente ha tenido que trasladarse al oeste para someterse el tratamiento.

Según las directrices de la práctica cardiológica, cuando alguien sufre un ataque al corazón, la intervención para despejar la obstrucción debe llevarse a cabo durante los siguientes 120 minutos desde el primer contacto con los servicios de emergencia o durante los 90 primeros minutos de entrar por las puertas de la sala de emergencia.

Cada retraso de 30 minutos en iniciar una ICP (Intervención Coronaria Percutánea), aumenta el riesgo de mortalidad, dice el Colegio Americano de Cardiología.

“Tiempo es vida,” dijo Rod Richardson, jefe del Cuerpo de Voluntarios de Ambulancias de Riverhead (RVAC). “Contar con algo como esto en nuestra comunidad [algo tan positivo] — actualmente tenemos un trayecto de entre 30 a 40 minutos, en el mejor de los casos, sólo para llegar a Stony Brook,” dijo. “Por lo que estamos perdiendo más de media hora en el transporte, y eso es sin tráfico.”

Richardson opinó que abrir un laboratorio de cateterismo en Riverhead es “fenomenal”. “Tener esto aquí es absolutamente alentador. Es genial para todo el North Fork,” dijo Richardson. “Andy Mitchel hizo un trabajo estupendo,” refiriéndose al presidente y gerente de PBMC, Andrew Mitchell, quien fue perseverante en la busquedad de una instalación de cardiología de intervención en el Centro Médico de Peconic Bay.

El jefe de ambulancias señaló que cada transporte a Stony Brook lleva a uno de los equipos de RVAC fuera del distrito, y fuera de servicio, de 90 minutos hasta dos horas y media. “Somos una ciudad muy concurrida y el volumen de llamadas no hace más que crecer,” dijo. Llevar una de las cinco ambulancias del cuerpo fuera de servicio por ese período de tiempo hace más probable que la organización recurra a solicitar ayuda de otras compañías de ambulancias. El efecto domino estira los rescursos de todos al máximo.

“Será genial tener esto aquí,” dijo Richardson.

El recorrido a Stony Brook se siente mucho más largo cuando eres un paciente cardíaco que esta siendo transportado.

Steve Schreiber, de 60 años, recuerda lo cerca que estuvo de la muerte mientras era transportado de Flanders a Stony Brook durante un ataque al corazón hace tres años. Foto: Denise Civiletti.

Steve Schreiber, de 60 años, procedente de Flanders sufrió su primer ataque al corazón a los 46. Su segundo ataque, al que él llama “el pateador,” refiriéndose a que fue totalmente inesperado, llegó en diciembre de 2014.

“Casi muero en la ambulancia”, recuerda Schreiber.

Greg Conrad, de Riverhead, dijo sobre cuando fue transportado a Stony Brook cuando tuvo el primero de los tres ataques al corazón que ha padecido, “Yo me dije a mí mismo, éste debe ser el viaje en autobus más largo de tu vida.”

El oficial de la corte jubilado, ahora con 62 años, dijo que tenía tres amigos, todos residentes de la ciudad de Riverhead y sobre la misma edad, que sufrieron ataques por la misma fecha. Dos de ellos no lo lograron. El tercero sobrevivió pero murió de un ataque al corazón el siguiente año.

“Soy el último superviviente,” dijo. “No sé por qué. A veces me pregunto por qué.”
Sus otros dos ataques al corazón fueron tratados en el St. Francis, un trayecto incluso más largo que Stony Brook. La ambulancia lo trajo a Peconic Bay, donde lo estabilizaron y lo transportaron a St. Francis y allí le realizaron las cateterizaciones e implantaron los estents.

“Es estupendo que esto esté aquí ahora,” dijo Conrad. “Es un ‘home run’. Dios bendiga a Andy Mitchell por luchar por esto.”

Katz dijo que la licencia del Departamento de Salud estatal, requiere que el hospital lleve a cabo al menos 200 intervenciones al año.

“Basado en la experiencia que tenemos de otros hospitales, preveemos que crecerá a al menos 600 [intervenciones] al año durante los próximos años,” dijo.

Informó que de esta cifra, del 10 al 15 por ciento requerirá bypass y del 35 a 45 por ciento requerirán estents. “El resto se tratan con medicina,” Katz explicó.

Sólo un diez por ciento del total de cada año serán pacientes que se espera acudan a la sala de emergencias mientras sufren un ataque al corazón. El resto vienen a la oficina con síntomas o son referidos para realizar cateterizaciones debido a factores de riesgo, tales como fumar y antecedentes familiares.

Representación artística de la torre de cuidados intensivos de 60 millones de dólares, ahora en construcción en el campus central del hospital.

Peconic Bay ha iniciado una construcción de 60 millones de dólares, de una torre de cuidados intensivos de tres plantas con un heliopuerto en el tejado. La ampliación del departamento de emergencias en la primera planta, tendrá mayor capacidad para maniobrar los casos de trauma; el hospital fue certificado como centro de traumas en marzo. A su vez la nueva instalación reducirá el trayecto de ambulancias a Stony Brook, señaló Mitchell de PBMC.
La segunda planta dispondrá de una unidad de cuidados intensivos electrónica, dedicada al cuidado de pacientes cardiacos. En la tercera planta habrán dos salas de cateterismo cardíaco, una sala de electrofisiología, salas de recuperación y un espacio en el que podría construirse en un futuro unas instalaciones de cirugía cardiaca, según dice Mitchell.

La Unidad de Cuidados Intensivos Electrónica, o UCIE, se monitoriza remotamente las 24 horas del día los siete días de la semana, por un personal de médicos y enfermeros quienes se centran exclusivamente en los pacientes de la UCIE, dijo Susan Somerville, vicepresidente de transformación clínica de PBMC. Somerville, una residente de Southold, y enfermera entrenada de UCI, informó que la monitorización no tiene valor en el cuidado de los pacientes de la UCI.

Katz dijo que mientras el centro de cuidados de cardiología es muy emocionante, él ya puede ver el impacto que tiene en el hospital en general. “Cada parte del hospital debe mejorar su juego,” comentó.

“Considero que una vez estemos en funcionamiento, en un periodo muy corto de tiempo, comenzará a convertir a PBMC en un lugar mucho más atractivo para médicos especializados que ya trabajan en el condado de Nassau,” señaló Katz.

“El East End de Long Island es hermoso, como todos ya sabéis,” dijo. “Vienen y hacen sus vacaciones aquí. ¿Qué puede ser mejor que realmente vivir y trabajar aquí durante todo el año? Creo que verán un gran revuelo en los próximos años y este se convertirá en un importante centro con médicos y enfermeros altamente especializados en algo más que cardiología,” dijo .

El hospital ofrece visitas a la nueva instalación que estará abierta a la comunidad el jueves 12 de octubre, de 1 a 2 p.m. y de 7 a 8 p.m.

Fotos de RiverheadLOCAL por Denise Civiletti

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Denise Civiletti
Denise es una reportera veterana y editora local, una abogada y ex concejala de Riverhead Town. Su trabajo ha sido reconocido con numerosos premios, incluyendo un premio "escritor del año" de la Asociación de Prensa de Nueva York en 2015. Es fundadora, propietaria y coeditora de este sitio web. Correo electrónico Denise.