Un guardia de seguridad de la Biblioteca Pública de Riverhead fue homenajeado por los administradores de la biblioteca anoche por su rápida acción al salvar a una mujer involucrada en un accidente automovilístico en Baiting Hollow el pasado septiembre.
James Purcell, un agente de policía de la ciudad de Nueva York retirado, se encontraba golpeando pelotas de golf en el campo de práctica del Club de Baiting Hollow cuando vio a la distancia un poste de electricidad romperse. Desde su punto de vista, dijo, no podía ver que había pasado pero sabía que no era nada bueno. Purcell se subió al carrito de golf y condujo hasta la escena en Warner Drive donde encontró un vehículo volcado que se había estrellado contra el poste, explicó.
Purcell revisó a la conductora, consideró la situación, buscando alguna señal de que el vehículo pudiera incendiarse y rápidamente llamó al 911. Se quedó junto a la conductora y habló con ella mientras esperaban que llegaran los servicios de emergencias.
La conductora, Lyn Tyler de Calverton, no resultó gravemente herida en el accidente.
Tyler asistió anoche a la presentación de Purcell en la biblioteca. Fue la primera vez desde el accidente que los dos se reencontraban.
“Él es mi héroe,” dijo Tyler.
Tyler explicó que ella tenía una taza de té en el auto ese día y había caído al suelo de lado del pasajero. Intentó alargar el brazo para alcanzarlo cuando levantó la vista otra vez vio que su vehículo había entrado en el carril contrario. Asustada, giró el volante violentamente y esto causó que el automóvil volcara. Se deslizó hasta chocar contra un poste de electricidad, dijo.
“Todo pasó muy rápido,” comentó Tyler. “Y casi inmediatamente, el estaba en mi ventana,” dijo Tyler. Su presencia, el hecho de hablar con ella mientras esperaba a los equipos de rescate a que llegara, realmente la mantuvo calmada, dijo.
Purcell restó importancia a sus acciones. “Realmente no fue nada,” dijo. Sus veinte años como policía en Manhattan lo pusieron en situaciones mucho más difíciles. Se retiró del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York hace 11 años, profundamente afectado por los eventos ocurridos el 11 de septiembre.
Unos días después del accidente, Liz Stokes, la directora de los servicios patrones de la biblioteca, escuchó lo que Purcell había hecho. Él no conocía a la mujer involucrada en el accidente y Stokes no sabía que era su amiga. Poco después, se encontraba conversando con una amiga mutua, la ex-administradora Thelma Booker.
“Le pregunté cómo estaba Lyn, pues hacía un tiempo que no nos veíamos y me preguntaba como le iba en su nuevo puesto de presidenta de los [servicios auxiliares] en el Centro Médico Peconic Bay,” dijo Stokes. “Thelma me explicó lo del accidente y lo que un buen samaritano había hecho,” recordó Stokes. “Ella no sabía quién había sido. Y yo le dije, ¡Yo sé quién es! Es Jimmy Purcell, nuestro guardia de seguridad.”
Stokes dijo que ella solicitó a la junta que reconocieran a Purcell. “Es un gran ejemplo del excelente departamento de seguridad que tenemos en la biblioteca,” dijo Stokes.
La presidente de la administración, Louise Wilkinson, le entregó un certificado a Purcell lo homenajeaba por su “muestra de heroísmo y valentía en nuestra comunidad.”