El superintendente de la Escuela Charter de Riverhead, Raymond Ankrum, se pone un chaleco naranja reflectante todas las mañanas y tardes, y se enfrenta al tráfico de Middle Country Road frente al campus de su escuela en Calverton.
Ankrum comienza y finaliza el día escolar en la escuela, que cuenta con los grados desde kínder hasta 8º, trabajando como agente de control de tráfico.
No es parte de su trabajo, pero el director de la escuela charter dice que los vehículos, incluyendo los autobuses escolares que transportan a los niños, no pueden entrar o salir de forma segura a/desde la escuela sin que alguien detenga el tráfico en la concurrida vía pública.
El límite de velocidad establecido para la calle es 50 mph. Es una vía muy transitada y la escuela está rodeada de una oficina de correos, un deli con mucha clientela y una estación de servicio con tienda. La entrada está a menos de un cuarto de milla de una concurrida intersección a la que los ingenieros de tráfico consideran que “falla” debido a que no pueden gestionar el alto volumen de tráfico que la transita.
El Departamento de Policía de Riverhead solía tener a un agente de cruces asignado a la escuela, pero el agente resultó herido el año pasado y Ankrum dijo que el ayuntamiento le informó que carecía de personal para ocupar el puesto. Es por esto que Ankrum se pone el chaleco, aprieta sus dientes y se dirige hacia el tráfico, llevando bastones de plástico naranja para llamar la atención de los conductores.
Realizó una petición online la semana pasada con la esperanza de llamar la atención del gobernador Andrew Cuomo.
El jefe de policía del Departamento de Policía de Riverhead, David Hegermiller, reconoció que el ayuntamiento disponía de un agente de policía para ocupar el puesto y controlar el tráfico.
“Tuvimos un agente de cruce allí durante años, no para que los estudiantes cruzaran la calle, ya que nadie va caminando a la escuela. Era para controlar el tráfico,” comentó Hegermiller. Pero es demasiado peligroso que alguien se pare en medio de la vía allí, dijo. El límite de velocidad establecido es de 50 mph.
El jefe de policía comentó que es “una locura” que el límite de velocidad establecido en una vía frente a una escuela sea de 50 mph.
“Incluso sin [haber] una escuela allí, eso es demasiado rápido,” dijo Hegermiller, señalando que el área inmediata está siendo desarrollado con usos variados y que tendrá muchos vehículos entrando al flujo de tráfico regular de las inmediaciones de la escuela, incluida la oficina de correos de Calverton, un deli y una estación de servicio. “¿Y está a qué — a 500 yardas del semáforo? Es una locura.”
El Departamento de Transporte del Estado (DOT, por sus siglas en inglés) fija los límites de velocidad en la ciudad. Hegermiller mencionó que él solicitó al DOT que redujera el límite de velocidad en el área — no hay ninguna señalización en el área que indique que es una zona escolar. Pero el estado “lo rechazó de pleno,” dijo.
“Hemos estado discutiendo sobre ese problema con el estado desde que el agente de cruce estaba asignado allí,” explicó Hegermiller.
Y el asunto, definitivamente, es algo en lo que el superintendente de la escuela no debería intervenir, dijo Hegermiller.
“No está autorizado para dirigir el tráfico,” dijo el jefe de policía. “Ya le hemos informado de eso. Se supone que no debería estar haciendo eso.”
El jefe de policía comentó que él y otros funcionarios municipales se reunieron con Ankrum y miembros de su personal el año pasado y señalaron que los accesos compartidos con las propiedades adyacentes debería permitir que el tráfico de la escuela saliera a la Edwards Avenue, que según el jefe de policía sería más “seguro.”
Hegermiller mencionó que la escuela nunca volvió a hablar con el ayuntamiento sobre el tema.
“También sugerimos que hicieran una salida hacia la Ruta 25 solo a la derecha,” dijo Hegermiller.
No hay duda de que es una mala situación que debe remediarse, dijo.