El niño que fue atropellado por un automóvil en la Osborn Avenue el pasado viernes, se está recuperando de sus heridas en el Hospital Universitario de Stony Brook, donde reportan se encuentra en buen estado.
El estudiante de séptimo grado de 13 años, estaba caminando con sus amigos de la Riverhead Middle School y se dirigían a comprar una porción de pizza en Carlo’s, algo que ya había hecho en muchas otras ocasiones al salir de la escuela.
Era un día hermoso, soleado y con una temperatura que rondaba los 40°F. Ese mismo día temprano, Christopher (cuyo apellido y el nombre de sus padres no se publicará a petición de ellos para proteger su privacidad) le envió un mensaje de texto a su padre donde le pedía dinero para comprar la pizza. Su padre, que se encontraba cerca, fue a esperar a Christopher en el estacionamiento de la pizzería y lo vio acercarse con sus amigos desde la escuela.
Y de repente, ocurrió lo impensable.
Su hijo fue atropellado por un Toyota Camry del 2011 conducido por una mujer de Riverhead de 44 años, mientras él intentaba cruzar la Osborn Avenue, cerda de Pulaski Street.
El padre de Christopher, quien presenció el accidente y escuchó el impacto, corrió a la escena, temiendo lo peor. Cuando se acercó, pudo reconocer la ropa y zapatos de su hijo y fue evidente, en el acto, que su hijo había sido gravemente herido.
“Fue en un lapso de un abrir y cerrar de ojos,” dijo el padre de Christopher, con la voz quebrada. “Acababa de ver a todo el grupo de niños caminando, Chris entre ellos, y luego sucedió esto.”
Christopher fue trasladado al Centro Médico Peconic Bay en ambulancia y desde allí lo llevaron en helicóptero al Hospital Universitario de Stony Brook para recibir tratamiento.
Christopher sufrió lesiones en la cabeza y el costado izquierdo, incluidos el brazo, la pierna y el pie. Durante los últimos días, Christopher se ha sometido a varias cirugías para tratar múltiples lesiones, informaron sus padres, incluyendo la colocación de varios tornillos en su brazo.
La familia, emocionalmente angustiada, sigue lidiando con las secuelas del accidente.
“Es por la gracia de Dios que mi hijo está mejor y que yo estoy vivo para estar con él, cuando lo vi tirado en la orilla de la calle pensé que me iba a dar un ataque al corazón,” dijo el padre.
Sus padres describen a Christopher como un niño muy inteligente que es querido por todos lo que le conocen.
“Chris es tan buen niño, responsable e inteligente, sabe lo que tiene que hacer y yo siempre puedo confiar en que hará lo correcto,” añadió su madre.
Como la mayoría de niños de su edad, Christopher adora los videojuegos, ver deportes y salir con sus amigos.
Sus padres dicen que es muy responsable en general, pero especialmente con sus tareas de la escuela, además también ayuda en casa. Le encanta cuidar de su hermanita, y le gusta verla sonreír, además le prepara encantado sus comidas favoritas y es muy creativo. Una vez le hizo un hoyo a una rebanada de pan y la cocinó con un huevo dentro para sorprender a su hermana, dijo su madres, y otra vez horneó galletas que aprendió a hacer en la escuela.
Su asignatura favorita en la escuela es matemáticas, dijo su madre y explicó los profesores siempre le dicen lo buen estudiante que es su hijo. Su madre mencionó también que una maestra le había comentado a Christopher recientemente que debido a sus altas calificaciones era muy probable que lo cambiaran a una clase de estudiantes honor, algo de lo que su madre está especialmente orgullosa.
“Chris se enorgullece especialmente de las cartas que recibe de la escuela felicitándolo por sus logros, todo su cuarto está lleno de ellas,” dijo.
Christopher también le gusta el francés, una asignatura que toma en la escuela y además es muy bueno. Su padre bromea que sus amigos lo llaman cariñosamente un experto “de tres lenguas.” La clase de tecnología es también una asignatura favorita, donde trabaja realizando proyectos de madera, algo de lo que disfruta mucho, comentaron sus padres.
“Sé que mi hijo le espera un futuro brillante, es muy creativo, bueno e inteligente, que se merece lo mejor,” dijo su madre.
Christopher ya ha comenzado a comer y ha sido capaz de caminar varios pasos asistido por alguien, dijo hoy su padre.