En una reciente mañana nublada de domingo, un grupo de unos 50 estudiantes de escuela primaria corrían de arriba a abajo en un campo deportivo local, maniobrando hábilmente un balón de fútbol, mientras el entrenador Marco Da Fonte les daba instrucciones.
En los laterales del campo, los padres observaban pacientemente a sus hijos mientras meleaban la pelota de un pie a otro en un baile coordinado de precisión, habilidad y suerte.
Es una escena que se repite en todo el East End cualquier día de la semana, donde niños de docenas de clubes, academias y equipos escolares de fútbol entrenan para convertirse en mejores jugadores y, con suerte, marcar algunos goles sobre la marcha.
Pero hay un nuevo club en el East End que está adoptando un enfoque diferente, para llevar al fútbol local, y a sus jugadores, a un nivel completamente nuevo.
El South Fork United (SFU, por sus siglas en inglés), una organización sin ánimo de lucro, se fundó en otoño de 2017 por el agente de policía de la ciudad de Nueva York y residente local, Greg Fink.
“El fútbol siempre ha sido mi pasión, jugué en la universidad en la primera división y también fue [algo] que me inculcaron mis abuelos alemanes,” dijo.
SFU se fundó con dos principios en mente, señaló Fink: Primero, entrenarían a los niños de los clubes del East End en un nivel élite, desde Montauk y East Hampton hasta Riverhead, Mattituck y Patchogue, y segundo, —y esto es lo que los diferencia— añadirían un aspecto humanitario.
“La mayoría de los clubes son basados en una comunidad específica, y siempre hay un par de niños en cada equipo que sobresalen,” comentó el entrenador Da Fonte.
“Lo que hacemos es identificar a esos pocos jugadores de cada club y desafiarlos en un ambiente donde todos estén al mismo nivel para que puedan mejorar aún más.”
Cuando los jugadores son buenos y quieren pasar al siguiente nivel muchas veces tienen que abandonar sus equipos de casa e ir a academias más grandes, generalmente hacia el oeste. También son opciones más caras.
SFU es diferente.
Los jugadores se quedan en sus equipos de casa, digamos en Riverhead o Hampton Bays durante la semana, y luego practican con SFU un solo día a la semana y jugar en torneos.
El resultado es una mezcla de la demografía del East End, un lugar donde las familias de toda la vida interactúan con recién llegados, latinos y americanos gritan con las victorias de sus hijos y padres que trabajan en cargos ejecutivos animan a sus hijos junto a padres que son obreros, donde se habla en diferentes tonos e idiomas, desde el inglés hasta el polaco, el francés y el español.
“No hay otras opciones que sean como South Fork United, y es la opción perfecta para muchos niños,” dijo Louis Marina, cuyo hijo Alex juega en el distrito escolar de Bellport.
El ex-director de deportes, salud y educación física del Distrito Escolar Central de Riverhead, Bill Groth, apodado “Billy Blue Wave,” y uno de los padres que inscribió a su hijo Reid y su hija Bryce al programa, estuvo de acuerdo.
“Este es un programa increíble, el compromiso y el nivel son exactamente lo que se necesitaba, algo que es muy similar a mi experiencia en Riverhead durante tantos años, pero con niños de todo el East End,” comentó.
Y aunque el aspecto de entrenamiento de élite del programa es importante, Groth —quien estuvo al frente del departamento deportivo de Riverhead durante 27 años y 31 en educación—, señaló que lo que verdaderamente hace que esta iniciativa sea diferente y por la cual es ofrece todo su apoyo, es el lado humanitario que tiene.
“Esto lleva las cosas a un nivel completamente nuevo,” dijo Groth. “Me encanta, me encanta que nos une como comunidad y que podemos extender nuestra mano y que nuestros niños puedan desarrollar una relación con niños de otras culturas y lugares.”
La idea es que cada año el club recaudará fondos, recolectará donaciones y luego viajará y jugará un torneo internacional en el extranjero, interactuará con los niños y la comunidad de ese país en particular y luego repartirá las donaciones que haya recaudado.
“Nuestro lema es ‘el fútbol realmente no tiene fronteras’ y lo que queremos hacer es conectar a personas de todas las comunidades y lugares a través del fútbol,” dijo Fink. “Podemos llevarnos bien y jugar un hermoso juego, sin importar la raza, la religión, la nacionalidad, etc., y eso es algo que es una lección valiosa para nuestros hijos,” dijo.
Este año, ese país es Colombia. SFU, y los varios equipos del East End que están representados, viajarán a finales de junio para jugar en una serie de torneos en las ciudades de Manizales, Armenia y Pereira.
En total, 147 personas viajarán desde el East End, 62 de ellos jugadores que competirán en los torneos.
“Estamos muy emocionados de ir con los niños. Nunca soñamos con tener la oportunidad de ir a Colombia, algo que nunca hubiéramos podido hacer sin la visión del entrenador Fink,” comentó Groth. “Conoceremos a familias de allí y nuestros niños podrán experimentar algo único, no puedo esperar [a que llegue el viaje].”
Fink, un aficionado del fútbol desde hace mucho tiempo, y un jugador del deporte desde hace mucho más, ha codirigido el equipo de fútbol del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) durante los últimos 16 años. A través de su trabajo allí, ha viajado a docenas de países en giras internacionales benéficas, donde los agentes de policía juegan contra agentes de policía en otras partes del mundo, para luego donar los artículos y el dinero que han recaudado previamente. Esto le inspiró a hacer lo mismo con los niños aquí.
“Entrenaremos en estadios de fútbol profesionales, visitando diferentes ciudades, visitando dos escuelas locales empobrecidas y visitando a niños desfavorecidos con la ayuda de fundaciones locales,” explicó Fink, quien ha estado viajando a Colombia durante los últimos 10 años. “Es un país hermoso y nuestros niños, así como sus padres les encantará.”
Es realmente debido un trabajo de amor y persistencia, que Fink pudo financiar el proyecto de $160,000 al conectar con generosos donantes que lo ayudaron a financiar los billetes de avión y el alojamiento en hoteles de los jugadores locales. Luego llamó a cada uno de sus contactos y animó a los padres a hacer lo mismo, para que pudieran recolectar todo tipo de artículos, desde equipos de fútbol, tacos y uniformes hasta material escolar, para así llevarlos a Colombia. El resto se recaudó a través de diferentes eventos, desde una subasta china de fútbol hasta un evento de ‘FootGolf’ realizado en el Parque Deportivo de Long Island en Calverton.
El resultado ha sido un total de 3,000 balones de fútbol empacados, cientos de artículos de ropa y equipación de fútbol, además de material escolar donados por empresas, organizaciones, distritos escolares y donantes privados desde Montauk hasta Manhattan. Entre las compañías grandes que han donado se incluyen New York Red Bulls, American Challenge y la aerolínea Avianca, quien se ofreció volar a los jugadores allí de forma gratuita.
El último evento de recaudación de fondos, que todo apunta que será el más grande hasta el momento, se realizará hoy, 9 de junio a partir de las 4 p.m. hasta las 10 p.m. en la Escuela Secundaria de Westhampton Beach.
El ‘Jamboree bajo las Luces de Pre Copa Mundial’ de hoy, incluirá una clínica juvenil gratuita, organizada por el Colonial Sports Group, un partido de presentación juvenil de SFU, seguido de un partido de fútbol ‘All-Star’ de celebridades del East End bajo las luces, así como también un tablero de fútbol hinchable de 18 pies y mucho más.
Para el partido ‘All-Star’, entre otros, jugarán los miembros locales del ejército de los Estados Unidos, la guardia costera, agentes de policía, y los residentes locales.
Entre las estrellas internacionales se incluyen Alexander Thompson, un jugador del equipo nacional de fútbol playero masculino Bahamian, Natalia Gaitán Laguado, la actual capitana del equipo nacional de fútbol femenino de Colombia, quien viajó desde España para la ocasión, y Mónica González, miembro fundadora de el equipo nacional de fútbol femenino de México, quien jugó desde 1998 a 2011.
González también jugó en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, así como también en los Juegos Olímpicos de 2004. Actualmente, dirige su propia organización sin ánimo de lucro con localizaciones en los Estados Unidos, Colombia, México y Panamá.
“Pequeños programas como [SFU] pueden hacer más por construir puentes que cualquier otra cosa, especialmente cuando vives en un momento y era donde hay tanta negatividad, lo único que podemos hacer es crear un futuro mejor para nuestros hijos, donde todos nos llevemos bien,” dijo Groth.
El precio de las entradas a la recaudación de fondos de hoy es de $20 para adultos y $5 para niños menores de 12 años. Cualquier niño que vista la camiseta de su equipo de fútbol juvenil local o una camiseta de un país dentro de la Copa Mundial podrá entrar gratuitamente. Este será un evento abierto al público de todas las edades, y se realizará indiferentemente de las condiciones climáticas.