La antigua propiedad del Beagle Club en Calverton pronto tendrá un nuevo uso.
Los funcionarios del condado han estado elaborando los términos de un contrato que permite a la fundación sin ánimo de lucro “Warrior Ranch Foundation” (Fundación Rancho de Guerrero) hacer uso de la propiedad, ubicada en Edwards Avenue y que el condado de Suffolk adquirió en 2012 por $8.9 millones para usos recreativos pasivos.
La Warrior Ranch Foundation enseña a veteranos militares y agentes de los servicios de emergencia a entrenar caballos, estableciendo una relación de beneficio mutuo desde ambas partes, comentó la cofundadora de la organización y su presidenta Eileen Shanahan.
“Los caballos son unos animales magníficos que son sanadores y terapéuticos,” dijo Shanahan. “Cuando estás cerca de un caballo, tienes que estar muy atento, porque son animales grandes. Por lo que no tienes más opción que centrarte en el momento. Es [algo] bueno para todos — veteranos y especialmente los agentes de servicios de emergencias.”
Warrior Ranch lleva a cabo clínicas y talleres para ayudar a veteranos y a los agentes de emergencias a hacer frente al trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés). Aprenden ejercicios de entrenamiento de caballos de la mano de expertos. Y al mismo tiempo, el grupo vuelve a entrenar a los caballos para que puedan ser adoptados, dijo Shanahan.
“Es una segunda oportunidad tanto para humanos como caballos,” comentó.
De entre los agentes de servicios de emergencia que han pasado por el programa se encuentran policías, bomberos, personal de servicios médicos de ambulancias y sala de urgencias.
Los talleres y las clínicas son gratuitos para los participantes, dijo Shanahan. El programa está totalmente costeado por la organización sin ánimo de lucro, que recauda fondos para llevar a cabo sus operaciones.
Shanahan mencionó que los fundadores del grupo son “todos muy apasionados de nuestro país y nuestros caballos.” Todos se involucraron en el proyecto gracias a un deseo de querer aportar algo más, dijo.
“Tengo una familia repleta de militares y agentes de los servicios de emergencia,” comentó Shanahan. “Estos hombres y mujeres defienden nuestra libertad todos los días. Los agentes de los servicios de emergencia acuden a edificios en llamas y persiguen a criminales.”
Los residentes de la comunidad más cercana comenzaron a sentir desconfianza al ver que se estaban realizando trabajos de obras nuevamente en el terreno del club — y nadie había informado de lo que estaba ocurriendo allí.
Hace cuatro años, el condado accedió a arrendar el lugar a L.I Abate, un grupo sin ánimo de lucro de educación y defensa, dedicado a la seguridad y concienciación de motocicletas, que en aquel entonces estaba liderado por el superintendente de parques del condado. Alrededor de una doncena de trabajadores del departamento de parques del condado hicieron mejoras de capital al edificio del club, utilizando fondos del condado para comprar materiles y suministros. Después de una polémica reunión de la Asociación Cívica e Calverton, en junio de 2014, el condado cesó el contrato con el grupo motociclista.
Posteriormente, el departamento de parques del condado emitió una solicitud de manifestación de interés del lugar, sin obtener resultados. Desde entonces, la propiedad ha sido usada por cazadores de arco con licencia durante la temporada de venado.
Cuando comenzaron nuevamente las obras, los residentes locales se comunicaron con el legislador Al Krupski para averiguar lo que estaba pasando en el lugar. Krupski dijo en una entrevista que no tenía mucho conocimiento sobre el acuerdo y que había solicitado una copia al departamento de parques. Aún no lo ha recibido, pero se le informó que todavía no ha sido firmado, explicó el jueves.
Krupski comentó que su oficina había notificado a la Asociación Cívica de Calverton sobre la propuesta.
El legislador mencionó que está organizando una reunión para los residentes, el departamento de parques y los representantes de Warrior Ranch Foundation. Espera que la reunión se pueda llevar a cabo la próxima semana.
“Pensamos que ese era el mejor enfoque, [un espacio] donde todos puedan venir y obtener respuestas a sus preguntas,” dijo Krupski.
Shanahan dijo que Warrior Ranch está ansioso de realizar la reunión. “Queremos que sepan que somos respetuosos con la comunidad y que seremos buenos vecinos,” dijo.
El uso del terreno no implicará grandes reuniones o ni siquiera paseos a caballo, dijo.
“Estaremos realizando entrenamiento en el terreno,” comentó Shanahan.
Warrior Ranch ha estado operando en dos graneros privados —uno en Mount Sinai y otro en Islip Terrace— desde que la organización se estableció en 2016, explicó. Ella considera que el terreno del antiguo club en Edwards Avenue será ideal.
Los talleres y las clínicas se realizarán para pequeños grupos de cuatro a ocho personas, generalmente, con grupos ocasionales de 12. Al final del fin de semana de entrenamiento, los participantes pueden traer a familiares para ver lo que han aprendido, dijo.
“Nuestro objetivo es ofrecer tranquilidad, paz y calma,” dijo Shanahan, “tanto para caballos como personas.”