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¿A quién no le gustan los frijoles? Aprenda a cocinarlos de forma aún más deliciosa con este secreto

Foto de: alimentacionbajolalupa.wordpress.com

Un alimento de gran protagonismo en la gastronomía latinoamericana es sin duda el frijol. También conocido como habichuela, poroto, alubia, judía, fréjol o caraota, entre otros, esta legumbre se consume en gran parte del continente americano y las islas caribeñas, así como África, algunos países de Europa y se extiende hasta Asia, especialmente China, India, Tailandia y Birmania.

Todos sabemos lo nutritivo y saludable que es un plato de frijoles, es una fuente de proteína, hierro vegetal, fibra, ácido fólico, tiamina, magnesio, potasio y zinc. Además se han comprobado los beneficios de este alimento al prevenir enfermedades crónicas gracias a su aporte de micronutrientes, su alto contenido de fibra, aminoácidos, taninos, y la lista continúa.

Tanto los frijoles, como otras legumbres similares, se han cultivado por miles de años. Existe evidencia que los califica como los primeros cultivos de la historia de la humanidad, uno de los primeros alimentos en desarrollarse en sistemas de agricultura.

En América, específicamente, según historiadores, las antiguas civilizaciones de Mesoamérica (lo que hoy constituye Centroamérica) cultivaban el frijol común desde el año 8000 AC, utilizando el método de la milpa que consiste en sembrar diferentes cultivos en el mismo terreno, lo hace que estos alimentos se compaginen nutricionalmente y ambientalmente.

Por todo lo anterior y sobretodo por su delicioso sabor, el frijol tiene tanta importancia dentro de la alimentación en América Latina. Además es un plato muy versátil y hace de excelente acompañamiento en platos tradicionales.

¿Quién se imaginaría una bandeja paisa colombiana sin frijoles o un arroz puertorriqueño sin gandules? O bien ¿qué sería de la cocina mexicana sin los frijoles a la olla?

Aunque hay una variedad extensa de frijoles, desde pintos, bola roja, cargamanto, pasando por rosado, negro y blanquillo, indudablemente los frijoles exaltan cualquier plato y se pueden consumir acompañado de arroz, con carne (pollo, res y cerdo), vegetales o simplemente en tipo sopa con un trozo de pan, arepa o tortillas de maíz.

Cualquier combinación es válida e igual de exquisita.

Te invito a preparar este suculento plato de frijoles, servido caliente y con los acompañantes que más gustes, para deleitar en compañía durante estos fríos días.

INGREDIENTES
1 libra de frijoles rojos
½ libra de tocino o costillas de cerdo
6 tazas de agua
1 zanahoria grande
½ plátano macho verde
½ cebolla mediana, cortada
½ pimentón rojo, cortado
4 dientes de ajo, picado
¼ taza de cilantro, picado
½ cucharada de comino
1 tomate, cortado
1 hoja de laurel
Sal y Pimienta
3 cucharadas de aceite de oliva
1 sobre de sazón con culantro y achiote (opcional)

PREPARACIÓN
Lavar y dejar los frijoles remojando en agua fría desde la noche anterior. (Pintos, rojos, rosados, cargamento y bola roja se recomiendan)

En Olla de Presión o Pitadora:
Coloca los frijoles, ya escurridos, en la olla de presión con 6 tazas de agua. Añade la zanahoria entera pelada y el plátano partido a la mitad, el tocino o costillas de cerdo y el laurel. Tapa la olla y cocina a fuego alto hasta que la olla coja presión. Reduce la intensidad a fuego medio-bajo y deja cocinar durante 30 minutos o hasta que se ablanden los frijoles. Retira la zanahoria, el plátano y la carne una vez que la olla haya liberado toda la presión y reserva.

En Olla Regular:
Coloca los frijoles, ya escurridos, en la olla con 6 tazas de agua. Añade la zanahoria entera pelada y el plátano partido a la mitad, el tocino o costillas de cerdo y el laurel. Cocina a fuego alto hasta que hierva. Tapa la olla y reduce la intensidad a fuego medio-bajo. Deja cocinar durante una hora o hasta que se ablanden los frijoles. Retira la zanahoria, el plátano y la carne, y reserva.

En Olla lenta o Slow cooker:
Coloca los frijoles, ya escurridos, en la olla con 4 tazas de agua. Añade la zanahoria entera pelada y el plátano partido a la mitad, el tocino o costillas de cerdo y el laurel. Tapa la olla y deja cocinar a fuego medio-alto durante 2 horas o hasta que se ablanden los frijoles. Retira la zanahoria, el plátano y la carne y reserva.

Sofrito:
Este es el secreto que harán que tus frijoles pasen de ser ricos a espectaculares:

En un sartén pon a calentar las 3 cucharadas de aceite de oliva, luego añade la cebolla, el tomate, el ajo, el pimiento con un poco de sal y pimienta. Si quieres añadir sazón puedes hacerlo en este momento. Seguidamente, introduce el cilantro picado. Sofríe por 10 minutos.
En una licuadora, introduce el sofrito (incluyendo los restos de aceite), también la zanahoria y el plátano cocido. Licua los ingredientes hasta que quede una pasta o crema totalmente homogénea.

Añade la mezcla licuada a los frijoles, junto con el comino y un poco más de sal al gusto. Si estas cocinando en olla de presión deja la olla destapada y cocina por 20 minutos hasta que espese.

Si has usado la olla regular, debes dejar cocinar una hora más (agrega agua si es necesario). En la olla lenta, cocinar por 3 horas a fuego medio-bajo.

Sirve el plato caliente con un poco de cilantro picado por encima, puedes acompañarlo con arroz u otros alimentos a gusto de cada uno.

¡Buen Provecho!

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Raquel Figueroa
Raquel es una colaboradora de RiverheadLOCAL en Español. Madre de dos hijos. Raquel ha trabajado en turismo y comunicación, su mayor afición es escribir en sus ratos libres. Nacida en Venezuela, tiene influencias colombianas, españolas, cubanas y uruguayas. Es apasionada de la cocina, el cine, los libros y viajar.